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03 de Diciembre de 2012
Valor del mes de Diciembre: LA AYUDA

Valor Diciembre La ayuda.

Consejos para enseñar a los niños a ayudar en la casa:

Es importante saber que cuando se le enseña a un niño el sentido de la responsabilidad desde pequeño, lo estamos preparando para que en el futuro pueda afrontar responsablemente otras actividades. Además de enseñarle a asumir pequeños encargos o responsabilidades, el niño disfruta ayudando, ya que ello lo hace sentir importante y se divierte, ya que siendo muy pequeño, todo lo que hace lo encara como un juego.

"Es importante saber que cuando se le enseña a un niño el sentido de la COLABORACIÓN Y LA AYUDA desde pequeño, lo estamos preparando para que en el futuro pueda afrontar responsablemente otras actividades y colabore con otros."

FORMAS DE ENSEÑAR EL VALOR DE LA AYUDA.

Instrucciones

1. Da un buen ejemplo a tus hijos al ayudar a otras personas. Los niños aprenderán rápidamente que ser servicial puede ser divertido y gratificante. Ofrécele una mano a alguien en el supermercado que tiene muchas bolsas, ayuda a un vecino con el trabajo en el jardín, u ofrécete como voluntario para ayudar a amigos con proyectos o eventos especiales.

2. Lean y discutan cuentos que hablen sobre la solidaridad. Pregúntales a los niños qué hicieron los personajes que fuera servicial o no. Analicen cómo eso afectó los sentimientos y acciones de los protagonistas. Pídeles a los niños que se pongan en el lugar del personaje y te digan cómo se sentirían.

3. Recompénsalos cuando ayuden. Mantén los premios simples y frecuentes, como abrazos, chocar los cinco, darles las gracias o pasando tiempo juntos. Da un refuerzo positivo cuando los niños ayuden en la casa mediante el reconocimiento de la tarea y diles lo mucho que te gusta que te ayuden. Habla acerca de cómo se sienten al terminar una tarea o ayudar a una persona que lo necesita.

4. Crea una tabla de tareas con los días de la semana y el nombre de cada miembro de la familia. Usa un tablero en el que se pueda borrar o uno de tiza para cambiar con facilidad y marcar las tareas terminadas. Usa dibujos para los niños más pequeños. Pídeles que te ayuden a decorar el tablero y a asignar tareas para darles un sentido de pertenencia.

4. Crea un anuncio de "Se necesita ayuda" para proyectos especiales o tareas largas que no se realicen regularmente. Cuelga el anuncio en la cocina y deja que los niños apliquen para el trabajo. El anuncio podría decir: "Busco a alguien motivado y lleno de energía para organizar los abrigos, sombreros, botas y guantes de invierno". Determina cuál será el "salario"; llevar al niño al parque, dejar que se quede un amigo a dormir o dejar que se quede despierto 15 minutos más.

6. Haz una subasta al final de la semana para los artículos que no estaban debidamente guardados. Deja que el propietario del elemento tenga la primera oportunidad de "comprarlo" de nuevo. Si no lo quiere, otro miembro de la familia puede hacer una oferta sobre el mismo, o se puede donar. Acepta el pago en forma de tareas y favores.

CUENTO PARA REFLEXIONAR CON TU HIJO/A EN CASA.

A Toño le regalaron una red para que pescara a la orilla de la playa. Muy ilusionado se fue el domingo a probarla y empezó a echarla, pero sólo sacaba del mar algas y algún pequeño pez, que devolvía al mar para que pudiera crecer.

Después de varias horas cogió algo que brillaba en la red, y con cuidado lo sacó para ver lo que era. Con gran sorpresa vio una orquídea de sal cristalizada, y enseguida quiso regalársela a su madre para darle una gran alegría.

Pensando en lo que había encontrado, se sentó a descansar en una piedra que salía del mar. De pronto oyó una voz a sus espaldas, y al volverse vio la sonrisa de una hermosa niña que le dijo:

- Veo que has encontrado mi flor de cristal. La había perdido y estaba disgustada, ya que todas las sirenas tenemos una que nos regaló nuestro Rey, Neptuno.

Entonces Toño se dio cuenta de que era una sirena, y le dijo:
- Yo quería regalársela a mi madre…
La sirena le contestó:
- Yo puedo traerte del fondo del mar un buen regalo para tu madre si me das mi orquídea. Toño se la dio sin pensarlo dos veces y la sirena, con una gran sonrisa, la cogió y nadó hacia el fondo del mar.

El niño pensó, "igual ya no vuelve pero, claro, si la flor es de ella no podré quitársela".

Terminaba de pensar en esto cuando salió la sirena sosteniendo una gran ostra, ¡era una ostra! La sirena le dijo:
- Cuando tu madre la abra, verás como le gustará. Quizá sería bueno que la sirena se sumergiera y entonces

Toño abriría la ostra y encontraría la perla.

Se dieron las gracias mutuamente. La sirena se sumergió en el mar y Toño se fue, imaginando la cara que pondría su madre cuando le contara su aventura y, mejor aún, la que pondría al recibir la sorpresa tan bonita que le iba a dar. ¡Estaba feliz!

FIN

Cuento de Mercedes Huertas Giol (España)